El reflejo de rotación segmental es una respuesta rotacional que se genera cuando la cabeza o el tronco giran. Si la cabeza gira el cuerpo le seguirá en línea con la cabeza en un giro del tronco.
El reflejo de rotación segmental aparece en dos posiciones clave del cuerpo: los hombros y las caderas. El movimiento se inicia en la cabeza, continua por los hombros, para al tronco y de ahí a la cadera.
Por el contrario si el movimiento se inicia en las piernas, pasa a las caderas, el tronco, los hombros y por último la cabeza.
Este reflejo aparece para permitir que el bebé se pueda girar tanto a la posición bocabajo en primer lugar como posteriormente a la inversa. Contribuye además a lograr la posición de sentado, después arrodillados con cuatro puntos de apoyo y finalmente la posición bípeda.
El reflejo de rotación segmental no desaparece, sino que permanece de por vida para facilitar los cambios de posición y proporcionar fluidez a movimientos como correr, saltar, brincar, etc.
Esto quiere decir que si no se desarrolla adecuadamente afectará a la motricidad gruesa relacionada con el desplazamiento del adulto.
