Las reacciones de enderezamiento tanto oculares como laberínticas ayudan a controlar la cabeza para asegurar que se mantiene en el eje medio a pesar del movimiento de otras partes del cuerpo.
Estos reflejos son el resultado de la integración de la información procedente del sistema vestibular y/o visual y el sistema somatosensorial, que, actuando al unísono, aportan la información precisa para ajustar la posición de la cabeza.
Reflejo Ocular de Enderezamiento Cervical
El reflejo ocular de enderazmiento cervical utiliza información procedente del sistema visual por lo que depende del funcionamiento del córtex cerebral.
Permite el mantenimiento de la cabeza en una posición estable con los ojos fijos en un objetivo mientras el resto del cuerpo se encuentra en movimiento.
Este reflejo es muy importante para la fijación y la concentración visual por lo que su ausencia afectará a los movimientos de fijación visual y seguimiento visual y por lo tanto consecuentemente a los procesos de comprensión lectora y a la escritura principalmente.
Reflejo Laberíntico de Enderezamiento Cervical
Por el contrario, el reflejo laberíntico de enderezamiento cervical utiliza información procedente del sistema vestibular de forma que la estimulación del oído interno hace que el reflejo aparezca y realice las contracciones compensatorias de los músculos del cuello necesarias para mantener la cabeza a nivel.
De este modo si el reflejo no se encuentra bien desarrollado afectará fundamentalmente al equilibrio.
Ambos pueden generar igualmente tensión muscular en la región cervical y los hombros combinado con la adopción de una postura incorrecta que puede ser síntoma de que estos dos reflejos no se han desarrollado correctamente, ya que los músculos del cuello responsables de mantener la cabeza erguida tratarán arduamente de mantener el control de la cabeza sin el apoyo de las reacciones automáticas de enderezamiento.
