El reflejo tónico asimétrico cervical aparece en respuesta a la rotación de la cabeza hacia un lado seguido de la extensión del brazo y la pierna del lado mandibular y la flexión del brazo y la pierna del lado occipital, según la descripción de Magnus (Blythe, 2009; Gallahue y Ozmun, 1982; Illingworht, 1960; Peiper, 1965).
Entre las funciones que desempeña el reflejo tónico asimétrico del cuello podemos encontrar que, en el útero, ayuda al feto a moverse, a ejercitar sus músculos y a desarrollar el movimiento independiente de cada lado de su cuerpo.
Ayuda igualmente al feto a pasar por el canal del parto mediante la rotación interna y la rotación externa de la cabeza y ayuda a ajustar la posición de los hombros durante el descenso.
Tras el nacimiento, el reflejo aparece de nuevo cuando el bebé está tumbado bocabajo y para poder respirar, gira la cabeza hacia un lado.
El reflejo tónico asimétrico cervical proporciona además el primer mecanismo del entrenamiento de la coordinación óculo manual. Cuando la cabeza se gira, el brazo se extiende en la misma dirección y los ojos se mueven igualmente en la misma dirección junto con el brazo y siguen el movimiento de la mano (Demyer, 1980).
Cuando el bebé se encuentra en la posición del reflejo, sus manos están al alcance de sus ojos y las puede focalizar, mientras que cuando no está en la posición del reflejo, sus manos quedan en el campo de su visión periférica, de forma que cuando el reflejo se activa con el movimiento de su cabeza su visión pasará de ser periférica a estar focalizada entrenando la funcionalidad visual necesaria para pasar de un campo a otro (Maurer D. y Maurer C., 1988).
Hacia los cuatro meses, el sistema visual y el sistema motor han trabajado juntos lo suficiente como para lograr que el córtex visual proporcione sentido a la percepción visual.
¿Qué sucede si el reflejo tónico asimétrico del cuello no se inhibe?
Si el reflejo tónico asimétrico del cuello no se ha inhibido hacia el sexto mes, su presencia impedirá que se desarrollen las habilidades motoras posteriores como rodar y arrastrar, cruzar la línea media corporal, controlar su equilibrio cuando gira la cabeza, falta de independencia entre el movimiento de la cabeza y las extremidades, el desarrollo de la motricidad ocular y la coordinación óculo manual, además de afectar al tono muscular (Gallahue y Ozmun, 1982).
La dificultad para cruzar la línea media impedirá la integración bilateral del movimiento por lo que cualquier intento de desplazamiento lo realizará en patrón homolateral y encontrará difícil a medida que se vaya desarrollando realizar sus movimientos en patrón cruzado.
Cuando la cabeza se mueve a través de la línea media se produce un desajuste entre la información procedente del córtex motor y la reacción refleja, de forma que el equilibrio es seguro mientras la cabeza no se gire hacia los lados, pero se torna difícil mantener el equilibrio cuando la cabeza cruza la línea media (Ayres, 1973).
Gessell (1941) también percibió que, cuando un niño tiene activo el reflejo tónico asimétrico cervical, no puede seguir objetos con la mirada cuando cruza la línea media. Por lo que la dificultad para cruzar la línea media además tendrá implicaciones tanto en la escritura como en la lectura (Crutchfield C.A., Barnes M.R. 1993).
La escritura se verá afectada debido a las dificultades para la coordinación óculo manual y se hará más difícil cuando cruce la línea media ya que perderá el control de la motricidad ocular.
La lectura se verá afectada también si además tiene sin desarrollar los reflejos de enderezamiento cervical ocular ya que le impedirá seguir visualmente la línea cuando cruce su eje medio.
La lectura comprensiva también se verá afectada (Parmenter C., 1975), ya que el esfuerzo se va en el control de la motricidad ocular en detrimento del esfuerzo cognitivo.
Se ha encontrado persistentemente presente el reflejo tónico asimétrico cervical en niños con dificultades de lectura y escritura (Blythe y McGlown, 1979; Mc Phillips, Hepper y Mulhem, 2000; McPhillips y Sheehy, 2004).